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La Lengua de Signos es la lengua natural de las personas sordas a través de la cual conceptualizan el mundo y lo representan. Permite transmitir y comunicar necesidades, deseos y opiniones, además de ser parte esencial de la cultura e identidad de la Comunidad Sorda como minoría lingüística y cultural, así como medio de participación social.
La LSE es una lengua que utiliza el canal visual-gestual para su expresión y comprensión, además del uso del espacio, el movimiento, la simultaneidad y la expresión facial. Todo ello hace que la LSE cuente con unas características gramaticales propias diferentes a las lenguas orales.
La Lengua de Signos cumple unas propiedades lingüísticas entre las que podemos destacar las siguientes:
Además como cualquier lengua, la LSE, es mudable, es decir, la lengua se adecua al momento en el que se está usando. Por ejemplo, podemos encontrar signos para elementos de las nuevas tecnologías, y por el contrario, hay signos que con el paso del tiempo han ido cayendo en desuso para acabar desapareciendo. Esto nos lleva a concluir que la LSE es una lengua viva que se adapta al momento en el que es usada.
El pasado día 23 de octubre de 2007, se aprobó la Ley 27/2007 por la que se reconocen las Lenguas de Signos Españolas y se regulan los medios de apoyo a la comunicación oral, de las personas sordas, personas con discapacidad auditiva, y sordociegas.
Los signos pueden analizarse a partir de siete parámetros articulatorios, que se producen simultáneamente en el espacio y pueden desempeñar función distintiva. Estos parámetros son*:
- Forma o configuración: de la mano o manos que intervienen en la articulación del signo.
- Orientación: de la mano o manos que intervienen en la articulación del signo con respecto al cuerpo del signante.
- Lugar de articulación: o espacio en el que se articula el signo
- Planos: que abarcan la longitud del brazo y aluden a un punto, situado delante del signante, en el que se articula el signo
- Punto de contacto: o parte de la mano dominante que entra en contacto con el cuerpo del signante
- Movimiento: de los dedos, mano, antebrazo o brazo, en signos manuales; o de la cara, cabeza o cuerpo, en signos no manuales o múltiples.
- Componente no Manual: que abarca expresiones faciales, movimiento de la cabeza, hombros y tronco.
El género es una categoría gramatical que clasifica los sustantivos y adjetivos en masculinos o femeninos. En LSE no existe concordancia en cuanto al género. Tanto los adjetivos como los sustantivos inanimados son palabras invariables porque no presentan flexión de género; en cambio, en los sustantivos animados podemos distinguir normalmente entre género masculino y femenino. En estos casos, la diferencia de género implica distinción sexual. Existen tres maneras para explicitar estas diferencias:
El masculino es el término no marcado, excepto en algunos contextos cuando se quiere hacer relevante la distinción del masculino frente al femenino, está relacionado con el contexto cultural y nuestro conocimiento del mundo. Así, por ejemplo marcaremos el masculino en la palabra "enfermero”. El femenino es el término marcado.
El morfema de género se coloca siempre después del sustantivo.
En estos casos, el término masculino y el femenino son dos lexemas distintos. La diferencia de género se marca mediante mediante oposición léxica. En español se denominan heterónimos. Por ejemplo: PADRE/MADRE; SUEGRO/SUEGRA.
Las letras -o y -a del alfabeto dactilológico se añaden por sufijación a los términos de parentesco para indicar masculino y femenino respectivamente.
En LSE no existen morfemas gramaticales específicos para marcar número, sino que se dan diferentes procedimientos gramaticales o léxicos para expresar cantidad.
- Sustantivos
- En muchas ocasiones el contexto determinará el número del sustantivo.
- Añadiendo al sustantivo cuantificadores indefinidos, como MUCHOS, ALGUNOS, BASTANTE, VARIOS, etc.
- Añadiendo cuantificadores definidos: DOS, TRES, etc.
- Mediante la expresión facial
- Mediante la repetición del signo.
- Adjetivos: Los adjetivos en LSE son palabras invariables en cuanto al número.
- Verbos: El número del verbo en LSE ha sido poco estudiado hasta ahora, por lo que no se pueden ofrecer por el momento resultados definitivos. Podemos decir que sirve para marcar el plural del agente o del objeto en los verbos direccionales y distributivos. También indica el plural de los beneficiarios de la acción o de las metas.
La expresión de la negación cuenta con varias formas de expresión.
- Puede manifestarse sólo con el movimiento giratorio de cabeza hacia uno y otro lado.
- Hay signos que incorporan el significado negativo en su articulación mediante un movimiento final
- Otros signos que expresan negación son los siguientes:
- La articulación SIN, el signo TODAVÍA en posición final de secuencia, NADA después del signo, NADIE, NINGUNO